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El elefante encadenado

Wednesday, September 13, 2006
Demasiadas veces en esta vida pensamos que las cosas son imposibles de conseguir, que por mucho que lo intentemos jamas llegaremos a conseguir aquello que queremos. Si de verdad quieres algo, no confies en que una vez lo intestastes y no lo lograstes, si quieres algo preparate y lucha por ello, llegara el momento en el que estaras preparado para alcanzarlo.

Esta fabula es muy especial tanto por la historia como por el giro que puede dar al rumbo de nuestras vidas. La memoria solo nos sera util cuando nos lleve a aprender o a mejorar pero nunca debe usarse para crear un tope en nuestras ilusiones.

Os dejo con la historia que os comentaba:

Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enrome bestia hacia despliegue de su tamaño, peso y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas clavada a una pequeña estaca clavada en el suelo. Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir. El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye? Cuando tenía 5 o 6 años yo todavía en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre, o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: -Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo me olvide del misterio del elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta. Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta: El elefante del circo no se escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde muy, muy pequeño. Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró, sudó, tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo, no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado, y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía... Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino. Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no se escapa porque cree -pobre- que NO PUEDE. Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás... jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez...

26 cuentos para aprender - Jorge Bucay

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1 Comments:

Blogger Patricia said...

Hola, me encanto tu articulo, de hecho me gustaria crearle un link en la sociedad motivadora, me lo permites? Que tal te va en Irlanda? Jamas he estado alla pero es uno de mis objetivos futuros, en fin cuentanos del lugar. Sigue adelante!

8:17 PM  

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Soy simplememente lo que creo que debo de ser y aun asi jamas alcanzare ser yo mismo.

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